EL TESORO DE LA ORFEBRERÍA

El tesoro de Conques es uno de los 5 tesoros europeos más grandes
de orfebrería medieval y el único en Francia,
que reagrupa muchísimos objetos de la Alta Edad Media.

La Oficina de Turismo de Conques les acoge

Cada dia, del lunes al domingo, de las 9.30-12.30 y 14.00-18.30 (Abril-Septiembre) ; de las 10.00-12.30 y 14.00-17.30 (Octubre-Marzo)

El Tesoro es abierto cada dia

Cada dia de las 9.30-12.30 y 14.00-18.30 (Abril-Septiembre) ; 10.00-12.30 y 14.00-17.30 (Octubre-Marzo)

El museuo J-Fau está abierto desde Mayo hasta el principio de Noviembre

Para visitas guiadas del sitio, preguntenos (con una reserva).

email : contact@tourisme-conques.fr

05 65 72 85 00 (Oficina de Conques) - 05 65 71 13 18 (Oficina de Marcillac)

Abertura

Todos los días incluido el domingo (cerrado el 25 de diciembre y el 1° de enero)

  • 1° de abril al 30 de septiembre: 9:30-12:30 (mañana) y 2:00-6:30 (tarde) - pagado hasta 15min. antes la cerrada
  • 1° de octubre al 31 de marzo: 10:00-12:30 (mañana) y 2:00-5:30 (tarde) - pagado hasta 15min. antes la cerrada. 

UN TESORO UNICO

Compuesto por una gran cantidad de relicarios, en primer rango, la muy celebre Majestad de Santa Fe, único ejemplar conservado de las estatuas-relicarios realizadas aproximadamente en el año Mil, el Tesoro de Conques es uno de los cinco tesoros europeos más grandes de la orfebrería medieval y el único en Francia, que reagrupa muchísimos objetos de la Alta Edad Media.

TARIFA:

  • 6,50€ adultos
  • 4,50€ reducción (grupo, tique de visita guiada de Conques, estudiante, peregrino, cesante; familias numerosas, con un justificativo, tiques tarifa completa del museo Soulages de Rodez)
  • 2,50€ niños (7 a 18 años); gratis (niños menores de 7 años; persona no vidente). -Tarifas incluidas en el alquilar de las tabletas digitales -
  • El boleto del Tesoro le permite visitar el museo Fau (abierto de Mayo al principio de Noviembre)
  • La entrada es incluida en el alquiler de tableta numérica
  • Accesibilidad al Tesoro: ascensor. Libro táctil para deficientes visuales.

EL CULTO DE LAS RELIQUIAS

El Tesoro nos hace viajar al culto y a la devoción de las reliquias, esos preciosos cuerpos santos al origen del desarrollo y de la prosperidad de una abadía medieval. Cada santuario podía entonces acoger la multitud de peregrinos que, en un fervor de compartición, esperaban obtener los beneficios en la tierra y la recompensa del cielo celeste. La permanencia y la continuidad del fenómeno: todavía en la actualidad, el Tesoro conserva en parte esta función.

La palabra Tesoro no evoca solamente la riqueza materias y artística de los revestimientos de oro y de plata dorada, adornados de filigranas de piezas antiguas grabadas, de piedras talladas, perlas o esmaltes. Él es testigo sobretodo de la importancia religiosa acordada el contenido de estos cofres de madera preciosamente decorados.

Un tesoro milagrosamente preservado

Durante la Revolución francesa, el Tesoro de Conques, como la mayor parte de tesoros de las iglesias, pudo ser confiscado y sus diferentes piezas fundidas. Se necesitaban en efecto, para llevar a cabo la guerra y salvar a la «patria en peligro». Esto no pudo ocurrir gracias al coraje y a la estratagema de sus habitantes, que escondieron, a finales del año 1793, los relicarios en sus casas y en sus jardines, y luego los restituyeron, para que fuera preservado este inestimable patrimonio.

Un Tesoro siempre relacionado con el culto

Siempre relacionados con el culto y aunque se convirtieron en propiedad de la comunidad de Conques en 1905, estos objetos participan regularmente en la liturgia católica. En efecto, la Majestad de Santa Fe y la cruz de procesión son, todavía en nuestros días, llevadas en procesión para la fiesta de Santa Fe, en el mes de octubre.

Estas piezas de orfebrería no se convirtieron en piezas de museos, a pesar de estar clasificadas entre los Monumentos históricos, desde 1895, pero ponen en evidencia para todos los ciudadanos, su alto valor patrimonial.

Conservado en la abacial hasta el año 1875, el Tesoro está instalado desde el año 1911 en el actual local construido para resguardarlo, en la parte sur del claustro. Su presentación fue totalmente cambiada en 1953-1955.

La renovación de 2002 ha respetado la organización general de los seis armarios con cristales que materializan la historia de la abadía, reagrupando los objetos de manera cronológica y temática.

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LA MAJESTAD DE SANTA FE   

La Majestad de Santa Fe, sentada en un trono y coronada, está presentada en una rotonda que hace pensar en el ábside de una iglesia o una especie de «sala de trono».

Esta obra, de los siglos IX y X, de un interés histórico y artístico excepcional, tiene una insignia-relicario: la parte superior del cráneo de Santa Fe, una joven cristiana de Agen martirizada en el 303 y su osamenta fue objeto de una «transición furtiva» hacia Conques en el 866.

 

Una estatua-relicario…

Estatua asombrosa en todos sus puntos (ansiedad, fabricación, estilística, simbólica…), la plástica de la majestad de Santa Fe sorprende: el cuerpo desproporcionado (cabeza, brazo y pies grandes), la expresión fuerte y altiva del rostro (grandes ojos de vidrio azul oscuro, barbilla relevada), el esplendor del oro, de las piedras y los esmaltes provocan un sentimiento extraño que a menudo conduce a calificar de ídolo este relicario, que es en realidad un ícono. Santa Fe intercede por los peregrinos que le rezan.

… revestida en oro, plata y piedras preciosas

Groseramente tallada en madera de aliso, la estatua llega hasta el cuello, simple cilindro sobre el cual se ajusta la cabeza hueca en oro, recortada sobre un busto antiguo (siglos IV-V).

El revestimiento de oro adornado con florecillas (siglo IX) ha embellecido durante siglos composiciones de orfebrería; los más antiguos son las bandas a los bordes del cuello, las mangas y la parte de debajo del vestido (siglo X); que tienen entalles antiguos con diseños paganos. La corona está adornada con esmaltes bañados en oro (siglo X). El trono de plata dorada tiene las mismas bandas de orfebrería prerrománica, pero las bolas de cristal de roca son góticas. Los brazos y las manos fueron rehechos en el siglo XVI e ignoramos el gesto que hacían al origen.

El A «DE CARLOMAGNO»

Según la tradición, Carlomagno, fundador de una veintena de abadías, había enviado a cada una de ellas un relicario en forma de letras de alfabeto. El A le fue entregada a Conques, el «primero de esos monasterios».

Esta pieza de orfebrería, de la época del abadiado de Begon III (1087-1107) tiene una inscripción latina en el tramo de una jamba. Para esta realización, este prelado contribuiría a recordar una tradición antigua.

Podemos admirar, del otro lado, un magnifica joya compuesta de filigranas y de gatitos afiligranados y esmaltados, colocados en círculo alrededor de un entalle en cornalina representando una Victoria con alas escribiendo sobre un escudo.

 

COFRE LLAMADO «DE PÉPIN»

Reorganizado en varias ocasiones, este pequeño relicario reúne elementos de los siglos IX al XI, con adiciones hechas en los siglos XII, XIII y XVI.

Entre los vestigios más preciosos, encontramos los esmaltes traslucidos, rojos o verdes con fondo de oro (plaquetas redondeadas, en el anverso o en el reverso) de la época carolingia; otros esmaltes, azules blancos y rojos, con alas de pájaros, del otro lado, son opacos y compartimentados; fechados de siglo XI.

La abundancia de filigranas y el montaje de bandas de gemas sobre arcadas, así como también la recolocación de un entalle sobre cornalina representando a Apolo, en el reverso, deben ser observadas.

 

LOS ALTARES PORTÁTILES

Los altares portátiles son piezas consagradas que permiten celebrar la liturgia, fuera del lugar de culto habitual.

Altar portátil de Begon

Una larga inscripción grabada en plata y realzada con esmalte, colocada sobre una placa de pórfido, indica la fecha precisa (26 de junio de 1100) en la cual Pons, obispo de Barbastro (España) donó este altar al abad Begon III; reliquias de la cruz de cristo y de su tumba fueron también colocadas.

A los lados, están grabados en busto, Cristo, la Virgen, Santa Fe y otros diecinueve santos, apóstoles, evangelistas o primeros mártires.

 Altar portátil de Santa Fe

Este objeto no lleva el nombre de Begon, pero fue, desde siempre, atribuido a su taller (alrededor del año 1100).

Se trata probablemente del retablo del evangelio que Begon III había hecho para Conques, transformado más tarde en altar portátil (placa de alabastro y banda de orfebrería repujado, del siglo XIV).

Está adornado con diez figuras en medallones de esmalte tabicado sobre cobre, según una técnica original de recorte de placas situadas una sobre otra; el estilo de los rostros y de los nimbos se asemeja al arte de Aquitania del siglo XI.

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«LINTERNA» DE BEGON

La inscripción latina en letras grandes, visible en la base de la cubierta de ese pequeño edificio, que no es, que no es, propiamente dicho, una linterna, cita el abad Begon III, como comanditario de la obra.

En forma de tumba antigua, este relicario está decorado con medallones legendarios que exaltan el triunfo de Cristo sobre el Mal y la Muerte. El más bello es el de Sansón vencedor de león. Es también más reciente (2° mitad del siglo XII).

 

 

RELICARIO DEL PAPA PASCAL II

 La inscripción de la base indicada a la vez el comanditario – el abad Begon III -  y el donador de las reliquias de Cristo y de los santos, el papa Pascal II que los ha enviado de Roma en 1100.

Abstracción hecha de los elementos de diferentes épocas, la bella escena de la crucifixión demuestra el alto nivel artístico alcanzado por el taller de orfebrería de Conques.

 

 

 

COFRE RELICARIO, LLAMADO «EL ABAD BONIFACE»

Un relicario redescubierto fortuitamente en 1875

Descubierto en 1875 durante la demolición del muro edificado, a finales del siglo XVI, entre las columnas de la rotonda del coro de la abacial, fue restaurado en 1878 por el orfebre Poussielgue-Rusand que rehízo algunos medallones faltantes.

Una referencia en materia de esmaltería champlevé

En madera recubierta de piel tachonada de plata, adornado de treinta y un medallones de esmalte, de la época del abadiado de Boniface (aproximadamente en 1110-1130) por una inscripción grabada en el tramo de un medallón y contiene numerosas osamentas de Santa Fe.

La decoración de los grifones y de los pájaros es sumamente apreciable, así como la técnica empleada, la del esmalte tallado champlevé sobre cobre dorado.

Esta obra es de primera importancia para la historia de la esmaltería medieval, permite de dar una fecha y localizar el paso de la técnica del tabicado champlevé.

 

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…Y MUCHAS OTRAS PIEZAS PRECIOSAS DE ORFEBRERÍA

  • Relicario hexagonal

    Reagrupa de los elementos de épocas diferentes (siglos VII-XII).

    Podemos observar rectángulos de orfebrería tabicada merovingia, a los lados de la joya central rodeada de un circulo tabicado de la misma época; alrededor, las placas de plata con nieles con fechas de finales del siglo VIII o inicios del siglo IX. El borde inferior con grandes cabujones de finales del siglo IX.

     

  • Relicario pentagonal

    De composición tardía (siglo XVI), está constituido por fragmentos de orfebrería de diversas épocas (siglos VII- XIII). Los elementos más antiguos son la placa tabicada (siglo VII) y los pedazos de plata dorada, con ramajes repujados que la rodean (siglo IX).

     

  • Virgen con Niño entronizados

    En los hombros de la Virgen, insignias esmaltadas llevan emblemas que no todavía no han sido identificados.
    Se distingue, en los pliegues de la ropa, un punzón de orfebre (fin del siglo XIII).

     

     

  • Tríptico-relicario

    Mueble de la segunda mitad del siglo XIII, con numerosos compartimentos que contienen reliquias y con la inscripción de los nombres de los santos.  Podemos observar principalmente el de Santiago, en la zona superior de la parte central.

     

  • Brazo-relicario de San Jorge

    San Jorge es un monje de Conques, que se convirtió en el obispo de Lodève en 877. La mano bendecida a la forma occidental. El Cristo en cruz, la parte inferior de la manga ya está realizada al estilo gótico (fin del siglo XIII – inicios del siglo XIV).

     

  • Estatua de Santa Fe

    Recubierta en parte de plata dorada, esta obra lleva el punzón del orfebre de Rouergues Pierre Frechrieu y el de la ciudad de Villefranche-de-Rouergue. Este relicario fue realizado en 1493-1494. La iconografía hace pensar en el martirio de la santa: la palma, símbolo de los elegidos de Dios, la parrilla y la espada, instrumentos de su Pasión.

     

     

  • Libro de los milagros de Santa Fe

    Ese manuscrito en pergamino del siglo XI, compuesto en parte por Bernardo, maestro de la escuela-catedral de Angers el regreso de su viaje a Conques aproximadamente en 1013, describe la iglesia pre-románica, la Majestad- venerada como un ícono – y otros relicarios. Él relata numerosos milagros relacionados con el culto de los cuerpos santos. 

     

 

 

El tesoro contiene otras obras, de menor interés artístico, pero de una importancia real para la historia de Conques, después de la época de los esplendores románicos: bustos relicarios, cruz de cobre recortada, incensarios, caja de hostias, buretas y et vasijas en estaño, placa de plomo, matriz de sello, manuscritos, etc.

 

 

El MUSEO JOSEPH-FAU

Acondicionado en una edificación antigua, frente a la fuente del Plô, en la parte baja de la plaza de la iglesia, el museo está compuesto de varios niveles, una rica colección lapidaria (capiteles, estatuas...) y objetos de arte provenientes de la abadía o de la iglesia abacial.

Un boleto de entrada al Tesoro de orfebrería le permite visitar el museo Fau (abierto de Mayo a Octubre).

En la planta baja

El visitante podrá descubrir principalmente estatuas de madera pintadas de dorado (siglos XV - XVII) de una gran calidad de ejecución: Anunciación, Vírgenes con niños, Cristo proveniente de una Misa en la tumba, San Dominique, San Marcelo... ; un atril de coro (siglo XVII), un cuadro que representa a San Roch realizado en 1843 por el pintor Delmas, de Rodez (el interés de esta pintura radica en la representación , en el fondo de la escena, de la abacial Santa Fe desprovista de sus dos torres de fachada), etc.

En la primera planta

En las diferentes salas, están reunidos esencialmente elementos del mobiliario o de la decoración, de los siglos XVII y XVIII: un armario grande con decoración exótica y esculturas en las puertas, leñas de chimenea acompañadas de pinturas en lienzos, cofre, mesa, cama con dosel constituida con elementos provenientes de los antiguos retablos (podemos observar en uno de los paneles, de 1644, el apellido del maestro carpintero de Conques, Guillaume Chirac).

Les piezas más grandes son las 7 tapicerías confeccionadas, justo antes del año 1634, en las manufacturas de Felletin (Haute-Marche). Ellas representan la vida de María-Magdalena y decoraban, al inicio, la sala capitular de la abadía.

En el sótano

En una especie de sótano, se colocaron parte del antiguo suelo románico de la abacial que se caracterizaba por la incrustación de mármol y de pórfido, capiteles y ábacos románicos (siglos XI-XII) provenientes del antiguo claustro, fragmentos del presbiterio más antiguo perteneciente a la iglesia del siglo X, inscripciones lapidarias...

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