LO NEGRO, EL ESPESOR, EL IMPULSO DEL GRAFISMO
Las líneas
El material utilizado, la luz producida y sus modulaciones han estado, así como la arquitectura, al origen del diseño de maquetas: «tuve la necesidad de diferenciar el mundo de la luz y el de la opacidad. El de las aberturas y el de los muros [...]. Sin tomar realmente consciencia, instintivamente evité las repeticiones formales en el diseño de los plomos y de los vidrios. Preferí los oblicuos, más bien fluidos, es decir levemente curveados, más o menos tendidos, esta tensión generalmente dirigida hacia arriba. No hay líneas ortogonales sino flexibles evocando más bien un aliento que una pesadez. Estas acompañan la modulación de la luz sobre toda la extensión de la abertura, donde la unidad no es interrumpida por los contrastes».
De la misma forma, Pierre Soulages eliminó los bordes habituales de los vitrales que delimita generalmente el contorno de las ventanas; deseo además mantener la pureza y la potencia del diseño arquitectural de la abertura, los que une involuntariamente sus obras a los primeros paneles de alabastro utilizados en las iglesias antes del empleo del vidrio.
El trabajo con los cartones
El trabajo con los cartones se inició con Jean-Dominique Fleury y Eric Savalli en los talleres del artista en París y en Sete; se prosigue en el taller del maestro vidriero en Tolosa. Un procedimiento particular fue utilizado: los plomos fueron diseñados con una cinta adhesiva negra del mismo ancho de ellos, aplicado sobre una superficie blanca y lisa de la dimensión de la abertura. La cinta adhesiva podía ser desplazada numerosas veces permitiendo un control visual a distancia para llegar progresivamente al trazo preciso. Jean-Dominique Fleury evoca «la mirada de Soulages dibujando a distancia, dirigiendo el trazado, las bandas de cinta adhesiva colocándose en tensión, con espaciamiento, en rectitud sobre el cartón, proporcionando lo negro, el espesor, el impulso del diseño gráfico».
Les varillas
La documentación técnica indicaba, entre otras especificaciones, la puesta en orden de las varillas y un montaje de plomos. Pierre Soulages quiso que esas barras de acero, indispensables para sostener el vitral, «participaran considerablemente en la organización plástica, también motivado por los ritmos escogidos, la de los plomos y de las formas con un rol de apoyo». Ellas fueron escogidas horizontales y en pares para evitar que divida la superficie a la mitad. Durante la instalación de una abertura de prueba, Pierre Soulages y Jean-Dominique Fleury tuvieron la sorpresa de descubrir que ellas correspondían exactamente a los emplazamientos de las varillas de origen: el trazo del artista coincidía con el de los constructores del edificio...