EL TASTEVIN
Tastevin de plata que permite degustar el vino, tradicionalmente guardado en el bolsillo del chaleco como el reloj o el liadou. ¡El vino debe ser servido coumoul (casi a desbordar en occitano)!
El tastevin (taza original para probar el vino, personalizada por su propietario) posee una pieza de plata en el medio. El asa representa siempre una serpiente, para recordar la leyenda de Foncourrieu (capilla donde son bendecidas cada año, durante la San-Bourrou, las futuras cosechas): «A inicios del siglo XIV, una noble dama atravesaba los campos de Foncourrieu invadida por los espinos y los reptiles; luego, una enorme serpiente se enrolla en sus piernas. La Virgen viene a socorrerla y la libera. Para agradecer, la dama construyó, en ese sitio, una capilla dedicada a María».
Observación: ¡Encontramos en Bruéjouls, el tastevin más grande el mundo!
EL LIADOU (HERRAMIENTA PARA UNIR EN OCCITANO)
Cuchillo de trabajo puntiagudo de los viticultores de Marcillac, surge en el siglo XIX y era utilizado para cortar las varillas y unirlas a la vid para tallarla. El año 2014 marca su renacimiento. Es hoy un cuchillo de calidad con diseño de carácter.
LAS CABAÑAS DE LAS VIÑAS
Construidas en el centro de las viñas, estaban destinadas para recoger el agua para el sulfatado (todas tienen una cisterna) y permitían al propietario guardar algunas herramientas y protegerse para descansar un rato. Hoy todavía visibles en el paisaje, son un elemento emblemático del patrimonio vernáculo
LAS PUERTAS CON CLARAVOYAS
Puertas de cavas formadas por varios entramados de madera entrecruzados y disponen de una hoja suplementaria en el interior. Ellas sirven para mantener una temperatura constante y una ventilación (evacuación de gases carbónicos) necesarias para la buena conservación del vino.
LOS MUROS DE PIEDRAS SECAS
Las parcelas de los viñedos están instalados en pendientes abruptas. Los viticultores construyeron terrazas sostenidas por muros de piedra seca para luchar contra la erosión.
LA CANASTA CARREJADOU
Doble canasta colocada sobre un cojín de piel de cabra, atados en la cabeza y en la espalda. El permitía a los hombres transportar las uvas durante las vendimias, así como también los fertilizantes para abonar la tierra, o diversos materiales (piedras secas para reparar los muros).
LAS HERMANDADES
Las hermandades aparecieron en la Edad Media. Esas comunidades estaban destinadas a favorecer una ayuda fraternal y a perpetuar una tradición en el seno de diferentes corporaciones de oficios. Las hermandades del vino de Marcillac se dedican a aseguran la promoción de los vinos y de la cultura local. Dos hermandades se abren en el corazón de los viñedos: la Eschansonnerie de la Saint-Bourrou en Marcillac y los Chevaliers de la Dive Bouteille en Bruéjouls, durante la Fiesta del vino.
CANCIÓN LO SAUMANCÉS
Este canto tradicional occitano está dedicado a la cepa local, la mansois (lo saumancés en occitano). Los viticultores la entonan con fervor durante las festividades y experimentan así su amor por las viñas.
« Lo saumancés […] aquò’s quicòm de dalicat […] una caressa que camina per l’estomac, lo vin de la tèrra salina de Marcilhac. »
« La mansois […] es algo delicado […] una caricia en el estómago, el vino de la tierra salina Marcillac.»
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